viernes, 27 de febrero de 2015

EL FUTURO DE LA MATERNIDAD: DE LAS MADRES DE DIA A LOS VIENTRES DE ALQUILER

Si por algo escribo aquí, a parte de porque me gusta y me entretiene, es para dar el contrapunto a artículos como éste, en el que una maestra critica la labor de las Madres de Día y defiende que: "Los poderes públicos deben garantizar el derecho del niño a la educación desde que nace hasta los 3 años". Me gustaría contribuir con mis reflexiones a romper con el pensamiento único y uniformador que desde las instituciones y los colectivos poderosos nos quieren imponer a los ciudadanos. Porque hay mucho más allá de lo que vemos a nuestro alrededor, porque lo que hace todo el mundo no es siempre lo mejor, porque es sano cuestionar y salirse de lo establecido, buscar y escoger otras maneras de hacer las cosas, aunque haya quien nos critique por salirnos del redil y trate de meternos de nuevo dentro manipulando la realidad, usando para ello la estrategia del miedo.

El mundo de la maternidad y la crianza en el que me muevo tiene muchas escuelas, tendencias y controversias. Ya lo he dicho muchas veces: sobre lo que deben hacer los padres (en especial las madres) y sobre como hay que tratar y lo que hay que hacer con los niños hay múltiples teorías, todo el mundo opina y todo el mundo trata de sentar cátedra. Incluso yo misma, con este blog y mis reflexiones quizá esté pecando de lo mismo, consciente o inconscientemente. Pero soy incapaz de no revolverme al leer textos como este que trata de quitarnos a los padres todos los derechos y libertades respecto a nuestros hijos en favor de terceros desconocidos.

Al igual que ocurre en el caso de las matronas en su lucha contra las doulas, que no persiguen el interés de las mujeres y sus bebés si no el suyo propio, conservar su parcela de poder, la señora que firma este artículo no persigue el bienestar de los niños si no proteger su puesto de trabajo y el de sus compañeros, así de simple, no en vano quien firma el artículo es  Presidenta de l'Associació de Mestres. Pero al igual que ha habído miles de oficios que han ido desapareciendo a lo largo del tiempo, el suyo puede hacerlo también y si eso ocurriera le tocaría reciclarse o directamente jubilarse, y aquí paz y después gloria. Y ojalá ocurriese esto y los “jardines de infancia” “guarderías” o como quieran llamarlos desapareciesen o por lo menos dejasen de ser considerados por todos los padres como una necesidad teniendo casi la obligación de recurrir a este tipo de servicios, porque eso significaría que por fin existirían políticas de conciliación reales y se ayudaría a la maternidad/paternidad, valorándose su importante contribución a la sociedad.

Empecemos por aclarar conceptos, pues criar, educar y enseñar no son lo mismo y esta mujer como profesional que se supone que es debería saberlo pero parece que no lo tiene claro.

CRIAR supone cuidar del bebé hasta que deja de serlo, esto es hasta que sabe: desplazarse y comer por si mismo y hablar de manera que pueda entender casi todo lo que le digan y a si mismo hacerse entender. Un niño está criado cuando es capaz entre otras cosas de, si tiene sed, servirse él solo un vaso de agua sin derramarlo. Un niño no está criado hasta que no empiezan a caersele los dientes de leche, alrededor de los 6 años. Curiosamente esta es la misma edad a la que se refieren los estudios antropológicos para situar el momento en el que más o menos terminarían de destetarse definitivamente las crías humanas si les dieramos la oportunidad de poder mamar hasta entonces. No es hasta este momento en el que en sitios como en Finlandia, que tiene año tras año los mejores resultados del Informe Pisa, cuando los niños son escolarizados y empiezan a tener contacto con la lectoescritura. En España, sin embargo, con 6 años se espera que los niños ya sepan leer...

Yo lo tengo claro, la CRIANZA es o debería ser labor de los padres, en un principio sobre todo de la madre que es quien tiene los pechos para amamantar al crío, sostenida por su pareja y el resto de su familia cercana y amigos que estén por la labor. Las instituciones públicas deberían facilitar que los padres pudieramos criar a nuestros hijos, pero el sistema social y económico nos fuerza a delegar esta labor en terceros, siendo las “guarderías” el recurso más extendido y fuertemente arraigado actualmente en nuestra sociedad. Que lo hagamos así porque no nos queda más remedio, porque no tengamos o conozcamos otras posibilidades (como las denostadas por esta señora MADRES DE DÍA) no significa que esa sea la única ni mejor opción, como puse de manifiesto en esta otra entrada de mi blog.

EDUCAR consiste en mostrar al niño el mundo, enseñarle a relacionarse con él y con los seres que lo habitan, incluidas las demás personas. La mejor manera de hacer esto es mediante el ejemplo y aquí de nuevo el punto de referencia principal debe ser siempre la familia, con sus costumbres y particularidades. Esta es la grandeza y riqueza del ser humano, lo que verdaderamente nos diferencia del resto de los animales: la diversidad dentro de nuestra propia especie, la existencia de diferentes culturas y formas de pensar y actuar. Como el ser humano es un ser social que convive con muchas personas, en la educación influye también el entorno más o menos cercano: familia extensa, amigos, vecinos, compañeros de colegio, profesores, etc. La escuela debe contribuir a la educación de los niños pero respetando siempre la autoridad de los padres y las peculiaridades de cada familia siempre que éstas no supongan un problema para la convivencia en el aula. Las normas y convenciones sociales de cada cultura influyen también en la educación pero no deben ser un obstáculo a la libertad personal de los individuos. Sabremos que hemos educado correctamente a nuestros hijos si llegado el momento, son capaces de pensar por ellos mismos y rebelarse contra esas convenciones si las consideran injustas y sienten que menoscaban sus posibilidades de realización personal y de obtención de la felicidad.

Si todos los niños fuesen criados y educados por terceros a través de instituciones, se perdería lo que nos hace humanos, seríamos clones sin personalidad propia ni capacidad para la creatividad.. Conformaríamos una sociedad de pensamiento único, sin emoción ni espíritu crítico, como la que retrataba Aldous Huxley en su obra "Un mundo feliz".



Por último, la ENSEÑANZA, consiste en la transmisión de conocimientos científicos y artísticos que sirvan al niño para comprender el funcionamiento de las cosas, para explorar sus habilidades, descubrir cuales son sus intereses y a que les gustaría dedicar su tiempo y energía en la vida.
Esta faceta la asume a día de hoy “oficialmente” el Estado a través de la escolarización. Independientemente de lo que opine a cerca de la “forma de enseñar” imperante, que deja bastante que desear, está claro que no sólo en el aula se pueden aprender cosas. En casa los niños disponen de cientos de materiales para su formación, desde libros hasta internet, que es la enciclopedia de las enciclopedias. También hay muchos padres con una gran formación y cultura que pueden explicar cientos de cosas a los niños, complementando los temarios oficiales o supliendo sus carencias. Incluso hay quien opta por una educación más personalizada en casa, que permite al niños centrarse en aquello que mas le interesa, aprendiendo a su ritmo sin la presión de un temario y exámenes obligatorios.

Dicho todo esto, decir cosas como que:  "hoy es inadmisible que el derecho a la educación de los niños de 0 a 3 años siga vinculado a la mujer" refleja un profundo desconocimiento de la naturaleza humana y de las necesidades infantiles, cosa que me alarma viniendo además de alguien que se supone que ha estudiado para trabajar con niños. Señora Rosa Sensat, los niños de 0 a 3 años están en época de ser criados. Necesitan cuidados continuos y personalizados, de alguien que les conozca y les quiera. Estar con desconocidos que tienen que atender a la vez a varios bebés como ellos no es lo mejor para que puedan desarrollarse adecuadamente.  Hasta los dos años no interactúan apenas con sus iguales, lo que necesitan es una figura de apego adulta a su completa disposición, cosa muy difícil de conseguir en una institución. Existen infinidad de estudios que demuestran que estar separado de su figura de apego durante largos periodos de tiempo provoca en el bebé mucho estrés que termina afectándole a nivel cognitivo y emocional. Los avances en neurociencia consiguen demostrar los efectos en el cerebro del bebé de estas separaciones. Le recomiendo que lea el libro: "La mejor guardería, tu casa" que defiende exactamente lo contrario que usted.


Los ataques a la maternidad consciente y responsable son continuos; primero se maltrata a las mujeres durante el embarazo, sometiéndolas a miles de pruebas innecesarias que las estresan al preocuparlas por los posibles resultados, haciéndolas sentir enfermas en lugar de plenas de vida. Luego se ignoran nuestros derechos en el parto, no se nos permite decidir como ni con quien parir y ahora se pretende que una vez dado a luz, vayamos corriendo con las heridas recientes de nuestras cesáreas y episiotomías innecesarias a dejar a nuestros bebés recién nacidos a las puertas de los negocios de puericultura, para que señoritas o señoras como la citada críen a nuestros bebés como si no tuvieran padres, como si fueran huérfanos.

Me parece una falta de respeto hacía los padres, un menosprecio a su importancia y competencia para cuidar de sus propios hijos. Al igual que ocurre con la controversia entre doulas y matronas, los estudios oficiales y la titulación no garantizan una buena atención. Ni todas las puericultoras, maestras o cuidadoras tituladas saben lo que hacen, ni lo hacen bien, ni tienen sensibilidad ni las condiciones necesarias en su trabajo para atender adecuadamente a un bebé de 0 a 3 años. Ni mucho menos los padres somos unos incompetentes y los niños corren peligro por estar a nuestro cuidado, al de sus abuelos o una Madre de Día, si los padres, que somos quienes tenemos la potestad sobre nuestros hijos, lo consideramos adecuado y queremos pagar por sus servicios, pues es la opción que probablemente más se asemeje al cuidado parental.

Este tipo de declaraciones me aterran, porque de pensar todo el mundo como esta señora y llevarse a cabo políticas en este sentido como ella reclama, los padres y las madres nos veríamos reducidos a meros procreadores, sementales unos y vientres de alquiler otras que darían a luz no hijos si no niños para el sistema. ¿De verdad ese es el futuro que queremos para la humanidad?

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